Esta es la escena:
Cuarto de Sebastián, ocho de la noche. Sebastián en una cama, Nicolás en la otra. Una noche perfecta en Texas. Por la ventana se puede ver la luna y en medio de las dos camas, sobre unas almohadas de tren está Drake, nuestro perrito salchicha. Junto a Nicolás, compartiendo almohada está Morgan, el otro perrito, una mezcla entre Maltés y no se qué. Yo estoy sentado en la cama de Sebastián y estamos platicando...bueno, más bien Sebastián y Nicolás están platicando...creo que acerca de Halloween o brujas, no me acuerdo. La escena ni el mismo Walt Disney la pudo haber ilustrado.
Y justamente en ése instante es cuándo me cae el veinte. Cuando después de muchos años tratando de "buscar" la respuesta, me doy cuenta que la respuesta no se busca. La respuesta se otorga. Y se otorga muy pocas veces en pequeños momentos y hay que siempre estar busos porque sino se nos vá. No dura casi ni un minuto. Lo único que me faltaba era mi tercer mosquetero, seguro soñando en su cuna. Que bonita escena, que bonito momento.
A veces, creo que soy el hombre más suertudo del mundo.
Tuesday, October 31, 2006
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