...que mi ausencia haya causado, pero han sido unos meses un poco agobiantes, pero este blog no es para hablar de chamba si no acerca de mis hijos. Y dejen les comento que los dos grandes: Sebastián y Nicolás para que se acuerden, están ya bastante domaditos. Tan domaditos como un chavito de seis y uno de cuatro pueden estar, claro está.
La lucha ultimamente ha sido con Matías, o Chucky, el muñeco diabolico, como ahora le decimos...hijo de su tal por cual...se los juro que sufrí con Sebastián, sufrí menos con Nicolás, pero Matías...no manches! Canas, perdidas de peso, pesadillas, visitas al psicólogo, visitas al psiquiatra (Créanme, después de lidear con el pequeño dos horas lo que más se te antoja es una dósis de Prozac) visitas al guru, a la virgen de Sanchopan y más.
¿Se acuerdan de la profecía? Bueno, al lado de Matías y sus travesuritas parece Mary Pinche Poppins, me cae.
Se los juro por mi alma que lo adoro, pero he pensado más de una vez en rapar al esquincle para ver si en algún lugar de su bello y redondito cráneo se encuentran por ahí los temidos tres seises.
¿Quieren detalles? ¿Son así de masoqusitas? Vá, sobre advertencia no hay engaño.
Junta importantísima con mi jefe por medio de Skype (Para aquellos en el tercer mundo: Junta por medio de video en computadora.) ¿Que hace Matías? Se pone a jugar con el maldito modem y adiós jefe, adiós e-mail, adiós internet...adiós todo. Me tardé casi una hora en volver a la normalidad. Y las escusas con mi jefe son dignas de otro post.
Jardín de mi casa, Matías en el jardín jugando, de repente empiezo a ver bolitas de lodo pegadas en la ventana. Salgo a ver que onda y me doy cuenta que las bolitas no son de lodo, son de caca de perro y el infeliz está jugando a David y a Goliat contra mi casa...con Caca! Obviamente me preocupe por eso de difteria o cualquier enfermedad relacionanda con éste tipo de "jueguito", obviamente al muchachito no le paso nada. (¿Estará protegido por alguién? El día que vea un Rottwailer o un Doberman merodeando por mi casa me cae que mi primera llamada es al mismísimo Vaticano.)
Cualquier tarde en la casa, gritos y alaridos de los dos hermanos grandes porque Chucky decidió atacarlos con un fusilamiento estilo Pancho Villa usando como munición carritos Hot Wheels, trenes de Thomas o lo más cercano y sólido que tenga al alcanze...¿El resultado? Nicolás con un ojo morado al estilo Joe Frazer.
Sala de la casa, muebles viejos pero bonitos de piel estilo hacienda...tres horas más tarde...muebles viejos pero bonitos de piel estilo Hacienda decorados con plumón negro al estilo Basquiat!!! Hasta la fecha las manchas siguen presentes y hasta he pensado en mejor mandarlos a una exposición de arte modernista a Chicago o Nueva York.
Si los muebles de la casa parecen arte Moderno, no se imaginan la alfombra...Monet, Picasso y Magritte estarían muertos de la envidia al ver las marranadas modernistas de Matías.
¿El Refrigerdaor? Cerrado y protegido como el mismísmo Fort Knox porque si Chucky anda cerca, olvídenlo. Tiene un acercamiento y enfermedad con los huevos (De Gallina!!) que podría llegar a tener consecuencias bastante agraviantes.
Esas son las últimas. Y con todo ésto, al final del día llego a su recámara y lo veo ahí durmiendo, en paz, y pienso..."¿que sería de mi vida sin mi pequeño Chucky?" Mi vida sin él verdaderamente sería un infierno, porque al final de la aventura estas aventuras y vivencias son las que harán que mi vida haya valido la pena, no mis logros, no el dinero, no mi carrera...Todas las noches le doy gracias a Dios por mi pequeño diablito que hace que cada día de mi vida sea más interesante.
En otras noticias, ahora a Nicolás le ha dado por meterse a la tina y a la regadera con goggles de Natación al estilo nadador Olímpico...
Hasta la próxima!
Thursday, December 13, 2007
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